La ozonoterapia ha sido analizada bajo lupa, ya que es una es una terapia complementaria donde se utiliza una mezcla de oxígeno-ozono (95%-99.95% de oxígeno y 5%-0,05% de ozono) para afrontar el dolor y el dolor crónico a través de diferentes vías de administración.
En 2019, la Biblioteca Virtual de la Salud publicó un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPAS), organismo afiliado a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el que se elaboraba el Mapa de Evidencias Científicas de la Ozonoterapia. Este informe se realizó en colaboración con la Sociedad Brasileña de Ozonoterapia Médica (SOBOM) y el apoyo institucional de la Federación Mundial de Ozonoterapia (WFOT).
Son muchas las evidencias científicas que justifican el uso médico del ozono, todas basadas en los diversos mecanismos de acción por los que actúa. La modulación de los sistemas oxidantes y antioxidantes del organismo es uno de los efectos biológicos fundamentales de la aplicación de la ozonoterapia y consiste en la normalización del balance de los niveles de productos de la oxidación y el sistema de defensa antioxidante.
Las indicaciones terapéuticas del ozono se fundamentan en que bajas concentraciones de ozono (desde los 5 hasta los 60 μg/ml) pueden realizar funciones importantes dentro de la célula, con efectividad, seguridad y buena tolerabilidad.
Según la patología del paciente, pueden llevarse a cabo tres vías fundamentales de administración del ozono:
- Tópica
- Sistémica
- Infiltrativa: -Tejidos blandos (intramuscular, peri tendinosa, interfacial)
- Neuroeje: vía epidural caudal, epidural translaminar, epidural transforaminal, intradiscal.
Ya que conoces que es y cómo funciona la ozonoterapia, pasamos a la segunda parte importante de este artículo y la razón por la que estás aquí ¿qué beneficios trae a tú salud? La Ozonoterapia tiene muchos beneficios en su aplicación empezando por el tratamiento de dolores crónicos ya anteriormente mencionado, pero entre sus beneficios generales:
- contribuye a la circulación y oxigenación en la sangre
- ayuda a la desintoxicación, disminuye el colesterol y triglicéridos
- mejora la calcificación de los huesos
- ayuda a elevar las defensas y a llevar mejor diferentes tratamientos, tales como: la quimioterapia y la radioterapia
- apoya como regenerador de los tejidos
- asiste en recuperarse de la artrosis, hernia discal, pie diabético, úlceras varicosas, hepatitis, cirrosis, colitis ulcerativa, amigdalitis crónica, prostatitis, infecciones urinarias crónicas, entre otras.
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